Tuesday 25 June 2013

Celebrando la llegada del verano en Stonehenge

Como manda la tradición, la noche del 20 al 21 de junio, la más corta del año Stonehenge se llenó de gente preparada para celebrar el famoso solsticio de verano. Allí estuvimos para vivir este curioso y poco habitual evento. Esta fiesta es muy conocida entre los ingleses, pero no tanto entre los extranjeros, así que tomar nota y apuntar la fecha en el calendario, porque el próximo año no os podéis quedar sin ir.

Stonehenge es un famoso monumento megalítico que todo el mundo debería ver alguna vez si pasa por Inglaterra. Si vas la noche del 20 lo podrás admirar mejor que nunca, ya que esta abierto al público. Es la única vez en todo el año en el que se puede acceder a él, tocar las rocas y adentrarse en ese "Templo del Sol", ya que durante el resto del año si vas a verlo será desde una valla. El 20 de junio la zona esta abierta desde las 7 de tarde hasta bien entrada la mañana del día siguiente, ya que las 8 de la mañana puedes seguir disfrutando de los tambores y timbales.

Durante toda la noche puedes encontrarte todo tipo de gente, desde turistas y jóvenes curiosos hasta familias locales enteras con bebés celebrando la llegada del verano. Todo el mundo tiene cabida allí mientras quieras disfrutar del resto de la gente, la música y el amanecer. Los que por supuesto no faltaron a la cita fueron los druidas, que compartían su historia y cultura. Vestidos con su ropa de época y acompañados de curiosos y distintos instrumentos musicales se encargaron de amenizar la noche y hacer llegar su cultura al resto de la gente, hasta tal punto que algunos años se han llegado incluso a celebrar bodas.

Es importante señalar que la gente se divierte con respeto, ya que para muchos asistentes esta noche es una tradición seria, podías ver a gente adorando las piedras o que simplemente va allí a pasar la noche durmiendo hasta el momento en el que salga el sol. Esto es comprendido por todos los asistentes y en ningún momento se desprecia o descuida el monumento. Hay vigilancia durante toda la celebración, se dispone de baños y la entrada esta regulada por vigilantes que dejan pasar un cantidad concreta de bebida o comida.


Sin duda merece la pena ir porque conoces a mucha gente y puedes disfrutar realmente de una celebración distinta y local. Ningún año es igual a otro, porque es todo improvisado, la gente llega comienza a tocar y a bailar y a esperar a que llegue el amanecer, el momento más importante de toda la celebración ¿Se ocurre una manera mejor de celebrar la llegada del verano?

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